La ‘influencer’ se vio obligada a acudir hace unos días al servicio de Urgencias a la vista de los síntomas. Una experta nos cuenta cómo debemos reaccionar
Las reacciones alérgicas con una emergencia médica que conviene vigilar de cerca. Lo sabe bien Laura Matamoros, que ha tenido que acudir en más de una ocasión a Urgencias -la última hace unos días- para tratar una reacción cutánea provocada por una alergia. “Hola, ¿qué tal? Otra reacción alérgica más. Me ardía todo el cuerpo, la cara hinchada y fatal de ronchas y picores. La última vez fue por el marisco y ahora porque me he tomado un medicamento para el dolor de cabeza que no me ha sentado bien. Esto lo sumamos a mi asma y se complica todo”, escribía la influencer en sus redes sociales junto a varias fotografías en las que mostraba el brazo o el rostro, muy inflamados y de color rojo por culpa de esta inesperada afección.Una de las principales dudas que nos puede surgir es qué motivos o factores pueden desencadenar una reacción alérgica como la que ha padecido la hija de Kiko Matamoros. “Son múltiples los agentes que pueden desencadenar una reacción alérgica, tanto por inhalación como por ingesta y por contacto directo con la piel”, nos anticipa la doctora Inmaculada Herrera Mozo, miembro de Top Doctors y especialista en Alergología y responsable de la Unidad de Alergología Clione en Granada.
Así, la especialista nos cuenta que los agentes ambientales que pueden causar una reacción alérgica variarán dependiendo de la zona geográfica, desde múltiples pólenes a ácaros y hongos, más frecuentes en zonas costeras y con más humedad, y responsables con mayor frecuencia de cuadros más graves de alergia respiratoria.
“A través de la ingesta, entramos en contacto con múltiples agentes con capacidad para provocar una reacción alérgica. Todos los alimentos y muchos aditivos de alimentación son capaces de provocar una reacción alérgica que, en ocasiones, puede llegar a comprometer la vida del paciente (el caso de la anafilaxia), y lo mismo ocurre con los medicamentos”, nos explica.
Además, en su opinión, es importante conocer que existen lo que se llaman “cofactores” que son responsables de que una reacción alérgica tenga una mayor gravedad. “Los principales cofactores de las reacciones alérgicas alimentarias son el ejercicio físico, el consumo de alcohol y de medicamentos antinflamatorios no esteroideos como la aspirina, el ibuprofeno o el Nolotil”, afirma.
Uno de los problemas que nos encontramos en relación a la alergia a los medicamentos es que no se conoce hasta que no se entra en contacto con él. Algo que, como explica la doctora, ocurre realmente en cualquier situación de alergia, no sólo con los medicamentos. “No se puede ser alérgico a algo que el organismo no conoce. De hecho, el mecanismo inmunológico involucrado en la alergia establece que siempre se produce en dos fases: en una primera fase llamada fase de sensibilización, el organismo entra en contacto con el alérgeno (medicamento, alimento, aditivo) y el sistema inmunológico crea una respuesta errónea desarrollando anticuerpos para a partir de ese momento reconocer como extraños los alérgenos. Es en contactos posteriores cuando se produce la segunda fase de la reacción alérgica en la que ya se desarrollan los síntomas”, nos detalla.
Una de las dudas que nos surge es cuáles son los síntomas que nos pueden alertar de que estamos sufriendo una reacción alérgica. “En el caso de la alergia a alimentos y medicamentos son frecuentes como síntomas iniciales el picor oral, palmo-plantar y detrás de orejas, seguido de forma rápida de picor generalizado en la piel y aparición de ‘ronchas’ (habones)”, explica la doctora Herrera Mozo, que considera que deben alertarnos de que la reacción puede ser grave si además de los síntomas en la piel notamos sensación de dificultad respiratoria, dificultad para tragar, afonía, dolor abdominal o mareo.
Por último, conviene saber cuál es el protocolo que se tiene que seguir cuando aparece una reacción alérgica. “En primer lugar, se debe realizar el tratamiento de emergencia de la reacción, que variará dependiendo de si hay signos de anafilaxia o no, en este caso siempre hay que administrar adrenalina subcutánea, y con la mayor rapidez posible”, detalla la especialista.
Tras este primer paso, después se debe realizar un estudio exhaustivo de todos los posibles agentes implicados para determinar de forma exacta y precisa el alérgeno que ha causado la reacción, y tomar medidas preventivas adecuadas a cada caso.
“Es fundamental la identificación del perfil alérgico de cada paciente porque existen proteínas responsables de reacciones cruzadas entre unos alimentos y otros, y entre alérgenos ambientales y alimentos, que deben ser identificadas para evitar reacciones imprevistas”, concluye.